Da
vueltas y vueltas… el gran carrusel de la vida… atávicas y ciertas vueltas… girando
sabias e inmunes, en el vértice de nuestra tierra y del cual penden sueños y
empeños, almas y amores, éxitos y sinsabores. Y en el centro de mi pecho, en sabido
buen silencio, enhorabuena aún siento, el vivo y agradecido palpitar de mi corazón
que sigue observando y aprendiendo de los avatares y el fuerte mareo de las extrañas rotaciones
inesperadas, pero que a pesar de sus efectos, nunca ha de paralizar su andar enhiesto,
sobre los empíricos caminos trazados con la esperanza de un mejor
mañana.
P-Car
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