martes, febrero 28, 2017

Buscadora de silencios

Como rocío al amanecer,
para ser, necesito de silencios.
Silencio original, selecto y brutal.

Romántica emancipada
busco nutrirme del silencio
que no calla el habla al amar.

O de aquel que me expulsó
a verbalizar ira y compasión
fuera del agua primogénita.

Espero algún eclipse volver
-por un instante mágico quizás-
al momento cero
en que el útero me acogió
y conocí el mutis primero:

Silencio carcelario, de tapias blandas.
Silencio culto, de lenguas incultas.
Silencio sagrado, de luz incauta.
Silencio, silencio, puro y cabal.

Gracias a esa danza sensorial
en un oscurecimiento de mi vida
benévola fue la calma de mi sueño
en que, un silencio sabio del cielo
sanó la afonía de mi corazón y cuerpo.

Y porque del mal silencio, ninfa renací,
procuro aquel, florecido de versos
que, si mis ritos fustigan la cábula,
en mansedumbre global, fuerte exclama,
lo inaugural y mejor de mí.



P-Car


4 comentarios:

  1. Y es que es en silencio donde nos transformamos, donde se asientan pensamientos y actitudes, incluso estrategias venideras que reconsideran el avance en la vida.
    Me encanta lo de fustigar la cábula en mansedumbre global, es genial.

    Un placer leerte.

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    1. Hola Agapxis, tienes mucha razón, el silencio es algo bueno que nos acompaña en las etapas más largas: antes y después de vivir. Y en la vida, aunque el silencio total es difícil, se puede encontrar el silencio limpio en muchos espacios y situaciones especiales, pero hay que tomarlo como una bendición. Un fuerte abrazo, muchas gracias por tus sólidas palabras.

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  2. Muchas veces, el silencio, es nuestro mejor amigo.
    Un abrazo.

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    1. Hola amigo, claro que sí, especialmente los silencios descontaminados de silencios dolorosos. Un fuerte abrazo, que tengas una excelente tarde.

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